Por Omar Fares
La historia de su vida es así. Siempre a contracorriente. No es la primera vez que Javier Hernández Balcázar se encuentra en tal situación. Posiblemente no será la última en su carrera.
Si algo ha caracterizado al Chicharito es su paciencia contra la adversidad. Sin embargo, sus recientes declaraciones al terminar el partido ante el West Ham en el que el Manchester United empató 2-2, denotan ya fastidio. Y es lógico. Permanecer en la banca no es cómodo para nadie, al menos no para quien desea jugar y no solamente cobrar un jugoso cheque.
Javier manifestó su inconformidad, sin dejar de lado la diplomacia que lo ha caracterizado desde sus inicios, sobre todo manteniendo la línea de respeto hacia su técnico Sir Alex Ferguson.
“Es frustrante. Todos los jugadores en el mundo quieren empezar todos los partidos cada semana. Por supuesto que todos los futbolistas quieren eso. Estoy feliz de estar en este equipo pero me gustaría tener más juegos. Mi actitud es que, aun cuando el técnico quiera que esté en el banquillo, voy a hacer mi mejor esfuerzo”, dijo en declaraciones al diario británico The Sun.
Por todos es conocido que tras su sorprendente debut en el futbol profesional con Chivas en el Torneo de Apertura 2006, su tránsito hacia la consolidación fue un camino largo y sinuoso en el que contempló el retiro, según se consigna en el libro biográfico Chicharito que escribió Charles Samuel.
“No tuve muchas oportunidades de jugar en el equipo de primera división de las Chivas, lo que me llevó a pensar: ‘¿Esta es la vida que quiero para mí?’ No estaba seguro de ser lo suficientemente bueno para triunfar como futbolista. No me veía haciendo otra cosa, pero fueron dos años difíciles en los que dudaba si el futbol era mi destino o incluso si Dios quería que yo jugara. En ese tiempo perdí mucha de mi confianza y de mi alegría, incluso cuando entrenaba. Sin embargo, hablé con mi familia, que me dijo que fuera paciente, me esforzara mucho y disfrutara todo lo que viene con ser futbolista […]”.
Al interior de Chivas, se sabe que hay entrenadores que no creían mucho en sus capacidades, lo calificaban de ser muy limitado en su técnica individual, pero le reconocían la disciplina que gran parte de sus compañeros no tenían, lo cual lo llevó a superar sus carencias.
Sin duda los consejos de su abuelo Tomás Balcázar y de su padre Javier Hernández, quienes también fueron jugadores profesionales lo influyeron, así como el de su amigo de equipo, Ramón Morales.
Parecía que con la llegada del goleador Jared Borgetti, Javier seguiría condenado a la banca, pero el veterano atacante había pasado por sus mejores años, y el Chicharito comenzó a demostrar en ese 2009 que estaba para ser titular, y en el Bicentenario 2010 explotó para convertirse en campeón goleador.
La historia ya se conoce. El Manchester United hizo oficial su fichaje un 8 de abril, luego de negociaciones extremadamente discretas, y el joven delantero pasó a las filas de los Red Devils.
Curiosamente, el paso de Javier ha sido al revés como por ejemplo sucedió con Hugo Sánchez en su aventura por el futbol español con el Atlético de Madrid. Mientras el Macho sufrió en su primer año al grado que ya pensaban en regresarlo a México; el Chicharito tuvo un arranque de película en el que se fue ganando la titularidad a base de goles, lo cual hizo suponer que el resto sería más sencillo en un equipo que está considerado entre los mejores del mundo.
Sucedió todo lo contrario, porque con el arribo del holandés Robin Van Persie, las posibilidades de Javier han disminuido a un grado alarmante.
Pese a que casi no es tomado en cuenta, Ferguson insiste en que Javier no saldrá del ManU, sin importar los insistentes rumores que indican que habrá un intercambio con el Atlético de Madrid por el colombiano Radamel Falcao.
Se desconoce si hay una ruptura entre Javier y el técnico escocés, sobre todo porque ambos son muy discretos al momento de hablar uno del otro.
El Chicharito, según se expresa en el libro ya citado, siente una gran admiración por su entrenador desde la primera charla que tuvieron.
“Es un hombre extraordinario, causa una gran impresión en la gente, no sólo por sus logros, sino por el tipo de persona que es”.
De Javier se ha dicho que cuenta con mucha fortuna para anotar goles, que se encuentra con los balones, que le pega de espaldas, con la nariz, con el rostro, algo semejante a lo que sucedía con Enrique Borja, pero al igual que en sus inicios con el Rebaño, su disciplina y tenacidad lo mantienen a flote.
Desde mi punto de vista, lo mejor es que le den salida a Javier a un equipo en el que realmente tenga la oportunidad de ser titular. Si bien no es un delantero lo que se dice “matón”, sí es un tipo que no para en su búsqueda del gol, y termina por conseguirlo a como dé lugar.
Por algo está en Inglaterra, y por lo mismo debe continuar en Europa, pero no en el Manchester United.
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